Mi experiencia en el internado

Mi experiencia en el internado

Me la estoy pasando este año en Wisconsin, en la Academia Northland Scholars, en Dunbar.

Al principio, cuando me dijeron que iría a un internado, me asusté un poco porque siempre había soñado con vivir mi experiencia con una familia adoptiva. Sin embargo, al llegar aquí, enseguida me sentí muy bien, tanto con la gente como arreglándomelas con todo, porque sí, esta experiencia te enseña a manejarte, a ser más responsable porque no puedes depender de dos padres, pero te ayuda mucho a madurar. Reconozco que al principio tuve unos momentos de nostalgia,, que son muy normales, pero desaparecieron en cuanto me adapté.

Siempre estamos juntos en el dormitorio. En esta escuela no somos muchos, pero eso es bueno, ya que me hice amiga de todos, enseguida. Tenemos horarios que respetar, pero están bien estipulados, ya que tenemos que estar en el dormitorio femenino (para nosotras, las mujeres) y masculino (para los hombres) a las 9:30; sin embargo, te puedes quedar en las habitaciones de quien quieras hasta las 10:30. Nos quedamos todos juntos en la sala común hasta las 9:30 y jugamos a un montón de juegos que ni siquiera sabía que existían antes de venir aquí. Luego, nos subimos al dormitorio y a las 10:30 nos reunimos en la habitación de alguien. No tardé en hacerme amiga de las chicas y después de los chicos, ahora somos como una gran familia; incluso los encargados del dormitorio son como unos padres para nosotros, pues están ahí para todo y a veces se nos unen para jugar.

Aquí la escuela es completamente diferente a la italiana, todo el mundo dice que es la más sencilla, pero en mi opinión no es así, lo parece porque lo vives con menos estrés y sin preocupaciones. Incluso, los profesores son más amigos que profesores y no te dan ese miedo que tienes con casi todos en Italia. Las asignaturas aquí son muy bonitas, porque al poder elegirlas, valoras todo de acuerdo a tus intereses. Intenté cursar asignaturas que también necesitaba en Italia como español, que es mi asignatura favorita aquí. Tengo otras asignaturas como cultura e idiomas, que son muy interesantes, en las que estamos aprendiendo a decir las frases básicas de todos los idiomas de los estudiantes de la clase (por ejemplo, ¿cómo estás?, ¿cómo te llamas?).

Mi escuela es muy grande en cuanto al entorno: tiene muchas áreas verdes y edificios como el gimnasio y otros dos para las clases. Hay una cafetería, una tienda y canchas de básquetbol repartidas por el campus, pero lo más destacado es el lago que está justo en medio de la escuela.

En este lago se pueden hacer muchas actividades como canotaje o patinaje sobre hielo en invierno. Un bosque rodea el campus, de hecho nos llevan a hacer cualquier cosa en el autobús escolar.

La situación de COVID es muy tranquila aquí porque todos los estudiantes viven en el campus y, por lo tanto, nadie entra ni sale; incluso los profesores tienen casas en el campus y, por lo tanto, siempre vamos a la escuela de manera presencial y nunca tenemos que llevar la mascarilla, lo cual creo que es algo fantástico. Durante el fin de semana hacemos muchas actividades diferentes: hace dos fines de semana, fuimos al laberinto de maíz, un laberinto en el trigo y fue muy divertido. Otro fin de semana fue el de halloween, en el que organizaron una cena muy elegante, el comedor estaba decorado al estilo de un restaurante de lujo y fue una cena con temática de asesinato. Luego, nos pusieron a hacer el Cluedo (el juego de “Quién es el culpable”) en vivo en la escuela, las reglas eran las mismas que en el juego de mesa, solo que se jugaba con personas y ambientes reales. Nos lo pasamos muy bien y todo se estudió a detalle. El siguiente fin de semana, tuvimos una fogata en la que cocinamos galletas de chocolate con malvavisco y vimos una película bajo las estrellas. Para el próximo fin de semana, organizaron ir a ver un Musical de Broadway en el que, antes de la visita, nos llevan de compras a un outlet… ¡¡¡No puedo esperar!!!

Por ahora, todavía no hago nada después de clase porque cuando llegué, estaba terminando el semestre y la semana que viene empiezan los nuevos clubes y deportes, así que lo más probable es que practique vóleibol.

La mayor sorpresa para mí fue encontrarme con tanta gente que viene de muchas partes del mundo, porque aquí somos 25 estudiantes en total y todos vienen de diferentes países. Sin embargo; hay 3 americanos, pero esto no afecta para nada a la emperatriz inglesa, porque en cualquier caso tenemos que hablar en inglés entre nosotros, y al ser gente que lleva años viniendo aquí, lo dominan muy bien; lo cual es bueno porque estoy aprendiendo mucho sobre las culturas de diferentes países. Otra gran sorpresa, fue el hecho de que cada jueves nos dividen en grupos y vamos a cenar con un profesor, cambiamos de casa cada semana. Me gusta mucho porque es una forma de hablar y hacer amistad con la gente. En estas veladas te lo pasas muy bien. En el comedor de aquí se come bastante bien y sano, de hecho, estoy contenta por ello porque tenía miedo de engordar mucho. El único defecto es que se cena muy temprano: ¡¡¡a las 6!!!

Me alegra mucho que, a pesar de la situación en Italia, lograra irme y no me arrepiento de haber ido a un internado en vez de con mi familia, porque resulta ser una experiencia realmente maravillosa.